domingo, 10 de febrero de 2013

Abdominales a cientos ¿es bueno?

Este es uno de los buenos de la película que termina siendo un verdadero terror. Hay dos principales razones. Por un lado, hay personas que continúan creyendo que haciendo cientos de abdominales podrían eliminar la grasa que hay encima. 
Esto es una auténtica pérdida de tiempo, te dará mejor resultado realizar más trabajo cardiovascular.

La razón es muy simple. Para quemar grasa, lo que tenemos que hacer es quemar calorías, acelerar el corazón, es decir, ejercicio cardiovascular como correr, nadar, hacer bici, patinar...
Hacer abdominales es un ejercicio anaeróbico, no aeróbico, y por lo tanto, aunque sintamos agotamiento en los abdominales, la quema de calorías no es tan grande como si hacemos ejercicio aeróbico.
La gran pregunta que me suele hacer la gente es ¿si hago muchos abdominales, transformaré la grasa en músculo? Rotundamente NO. La grasa y el músculo son como el agua y el aceite, no se pueden mezclar, porque son cosas distintas. 
Lo que ocurre cuando tenemos "tripa" es muy sencillo. La capa de grasa almacenada en nuestro cuerpo, recubre la musculatura. Para hacerte una idea, el esquema es el siguiente:


Hueso>Músculo y tendón>Grasa


Por lo tanto, cuando haces abdominales, estás ejercitando músculo, y posiblemente los tendrás entrenados, pero no aparecerán jamás si no quitas la capa de grasa que los recubre primero.

Otra de las razones por las que la gente hace cientos de abdominales es ciertamente trágica. Por desconocimiento o por realizar ejercicios para los que todavía no tenemos condición física suficiente, nos fatigamos en exceso y al no ser capaces de estabilizarnos con los músculos abdominales, terminamos por derivar las cargas hacia estructuras más delicadas. Continuamente podemos ver a personas elevando piernas, haciendo esos abdominales cortitos, no respirando adecuadamente, abombando su vientre, incontinencias en el esfuerzo, dolores de espalda, etc. Los que en un principio eran ejercicios saludables terminan provocando el efecto contrario por no disponer del control adecuado, elegir los ejercicios inadecuados al nivel o hacer interminables series pensando que el efecto será multiplicado.


Fuente: Sportlife, nº 148.

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